lunes

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Luchar por la gente que no merece la pena, hace que pierdas un tiempo muy valioso. La gente que merece a pena lucha por tí. Puede resultar ser una contradicción.
Pero las grandes personas son las que se hacen querer. Puedes quererlas, admirarlas o envidiarlas. Cuando envidias a alguien es cuando te das cuenta como eres realmente. Sobre todo si ese alguien es un amigo cercano. No lo había pensado nunca, hasta que llega una persona especial. Decisiones decisiones. Le odias o le quieres? Está claro que entre amigos no se puede estar siempre en paz... Llega una edad que las hormonas son como agujitas que te hacen polvo, e intentas verlo todo más claro apoyándote en los demás, y en las personas que están igual o peor que tú, pero tarde o temprano te desmoronas y llegas hasta un punto de pensar que lo mejor sería empezar de 0. Pero es eso lo que realmente quieres? Que todo  lo que llevas hecho, los obstaculos tan complicados que has saltado te adelanten y tengas que pasarlo otra vez todo? No.. entonces no hay alternativas, quédate ahi tirado. Hasta que los problemas te dejen descansar y puedas pintarte la sonrisa durante un ratito. Luego la gente no ayuda mucho a veces, porque te metes en sus problemas teniendo ya tú un millón de ellos. Entonces tus amigos son los que te pueden apoyar, los que realmente valen la pena escuchar y de los que siempre estar a su lado. Porque hay personas que te echan hacia atrás entonces tienes que hacerlo todo otra vez, tejer la puta tela que se ha soltado. O te quedas parado, atascado en un problema mientras que todos los demás te adelantan y luego tienes que hacer doble esfuerzo por alcanzarles. Puedes sentarte un momento a descansar pero es imposible quedarte ahí para siempre.

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