Los sueños, como las estrellas, incontables, muchas veces inalcanzables con las puntas de los dedos. Si te estiras un poco parece que tocas las estrellas, si te esfuerzas, los consigues.
Cuentálos, imaginalos, destruyelos... nunca los dejes.
Vive el momento, no los dejes atras, ama, rie, llora, grita hasta que se te oiga en México, mueve mares, óceanos y continentes por lo más díficil.
Aparta de un golpe lo que moleste, se tú mismo, quiere a tus amigos, pasa de tus enemigos.
Que te importe una mierda lo que digan de tí.
Escribe la historia que quieres vivir, y leela todas las noches. Piensa en alto, piensa fuerte.
Baila con la música que sea y cántala. Estáte de fiesta hasta las 6 de la mañana, no remuevas el pasado, lo que ocurrió ocurrió porque sí. Eres dueño de tu destino, sea como sea, que luz, ilusión, melancolía, pasion, indiferencia, esperanza y amor llenen la vida de alegrías. Los estúpidos no merecen la pena, los imposibles no existen. La unión hace la fuerza, olvida rápidisimo. Solo importa quien tú quieras, si hay que vivir en un cuento de hadas pues se vive. Es hora de equivocarse, adueñarse de los errores y reirse de uno mismo. Caer y levantar, hacerte daño y odiar. Cometer uno, dos, tres, cuatro, cinco mil errores, para luego mirar atrás y pensar que no tienen nada que ver con lo que haces ahora, no avergonzarse de las sonrisas que has pronunciado.
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